Un termo eléctrico es un generador por acumulación agua caliente sanitaria(ACS) y que consume energía eléctrica para esa función, en contraposición a otros sistemas de  producción de ACS como los calentadores de agua a gas o calderas mixtas. El sistema más básico consta de un calderín, una resistencia de calentamiento y un termostato básicamente.

¿Qué debemos tener en cuenta antes de seleccionar uno para nuestra vivienda?

Volumen de acumulación

Las medidas más habituales varían desde los 25 litros hasta los 100 litros. Como norma general, se suele calcular 20/25 litros de ACS por persona. De esta manera podemos hacernos a la idea de la cantidad necesaria.

Resistencia eléctrica

Los tipos de resistencias eléctricas son:

  • Blindadas: sumergidas dentro del calderín.
  • Envainadas: no están en contacto directo con el agua.

Las sumergidas son preferibles en los casos de aguas blandas y las envainadas para aguas duras.

Aislamiento

Debemos seleccionar siempre un termo con capacidad de aislamiento alto. Muchos termos “baratos” adolecen de falta de aislamiento con lo que el consumo se dispara. Debemos tener en cuenta que, cuando no se usa, las pérdidas de calor principales de nuestro termo son por las paredes del mismo y el aislamiento es quien se encarga de disminuir esas pérdidas.

Colocación

Hay tres tipos de termos en función de su forma de instalación:

  • Verticales
  • Horizontales
  • Vertical/Horizontal (permiten ambas)

Los más económicos son los verticales por lo que si disponemos de espacio es la mejor opción.

Ánodo de sacrificio

Los termos deben disponer de un ánodo de magnesio o de sacrificio que deberá ser reemplazado periódicamente. Conviene elegir el que tenga el periodo de tiempo de sustitución mas largo y que sea sencillo de sustituir.

Con estos datos anteriores ya podéis elegir vuestro termo.