Un termo eléctrico es la opción elegida por mucha gente para producir conseguir agua caliente sanitaria (ACS) en el hogar principalmente por dos motivos:

  1. No es necesaria instalación ni contrato de gas si por ejemplo para cocinar usamos vitrocerámica y la calefacción no es de ese combustible (eléctrica, bomba de calor, etc.).
  2. Su bajo coste en comparación con las calderas o calentadores actuales, inclusive los sistemas de aerotermia son también mucho más caros.

Sin embargo, adolecen de un consumo muy alto en comparación con esos sistemas mencionados.

¿Qué podemos hacer para que no consuman tanto? ¿Es interesante subir o bajar la temperatura del mismo? ¿Conviene apagarlo? ¿Un programador me ayuda a ahorrar?

Veremos que no todo es blanco o negro, pero si os damos algunos consejos interesantes.

¿Conviene apagar o programar un termo para que se apague cuando no se use?

Depende de la forma en a que nosotros consumamos ese ACS. Si la usamos de manera natural a lo largo del día no es conveniente apagar el termo o programarlo, sin embargo, es una buena opción si dejamos de usarlo en periodos de tiempo largos (como por ejemplo fines de semana o en los días laborables en las segundas viviendas). También es interesante en el caso de que seamos personas que salimos, por ejemplo, a trabajar y no volvemos hasta la noche.

Regulación del termostato ¿Alta o baja temperatura?

No es lógico mantener el ACS de un termo eléctrico a alta temperatura (que nos quememos) y que sea necesario mezclar con agua caliente. Siempre es preferible bajar la temperatura del agua de manera que el confort sea adecuado y sin embargo consumamos menos electricidad.

Mi termo ya está montado en un sitio determinado ¿Qué puedo hacer para ahorrar? ¿Y si tengo que elegir donde montarlo?

Si tenemos que decidir dónde ponerlo lo principal es que esté cerca de los puntos de consumo a fin de que no se produzcan perdidas hasta que llegue a los grifos. Salvo imperiosa necesidad NUNCA montarlo en exteriores. Si ya lo tenemos instalado, es conveniente aislarlo lo máximo posible, por ejemplo. Dentro de un armario forrado con material aislante como lana de roca o similar.

¿Y como usarlo de forma eficiente?

En primer lugar, no malgastar el agua caliente. Cerrar los grifos cuando no sea necesario, como cuando nos estamos afeitando o lavando los dientes. Evitar bañarse y usar una ducha corta ahorrará mucho agua y consumo de nuestro termo.

Con estos consejos conseguiremos evitar que la factura eléctrica se nos dispare si hemos decidido usar un  termo eléctrico para producir ACS.