Es muy importante realizar las operaciones de mantenimiento en los equipos de climatización y aire acondicionado. El mantenimiento puede ser de dos tipos: Preventivo (el que se hace antes de que se produzca la avería y de forma periódica) y el Correctivo que se realiza cuando se ha producido un fallo.

El mantenimiento preventivo obligatorio en los equipos de más de 5 kW viene determinado por el RITE y deberá ser personal habilitado quién deba realizarlo con la periodicidad indicada en el Reglamento de Instalaciones térmicas en edificios. Por otro lado, los equipos de menos de 5 kW deben ser mantenidos de acuerdo a las instrucciones del fabricante.

Hay un hecho muy importante y es que nunca se deben efectuar cargas o recargas de refrigerante ya que el circuito debe ser hermético. En caso de pérdida de refrigerante lo que se debe de hacer es reparar la fuga con anterioridad.

De cualquier manera, el usuario puede hacer pequeñas operaciones que redundarán en un mejor rendimiento, a saber:

–        Limpieza de filtros en la unidad interior.

–        Limpieza de espacio entre las aletas de la unidad exterior.

Con estas dos sencillas operaciones nuestro equipo mejorará en la evaporación y en la condensación produciendo un beneficio instantáneo que da lugar a un mejor rendimiento y mayor durabilidad de los componentes (ya que no deberán trabajar forzados -como, por ejemplo, los ventiladores).

Además, es conveniente:

–        Revisión del correcto desaguada de las unidades

–        Limpieza de la bandeja de condensados.

Evitaremos la aparición de molestos olores, si aun así persistieran deberemos añadir una pequeña cantidad de cloro (legía) al agua que se puede acumular en la vendeja de condensados a fin de desinfectar.

Para el resto de operaciones que tengan que ver con los circuitos de refrigerante o con la instalación eléctrica, lo más recomendable siempre es contactar con una empresa habilitada RITE.